martes, 22 de junio de 2010

Carga y cuidados de nuestros cristales y piedras

Para cargar-recargar los cuarzos y piedras existen también diferentes maneras dependiendo de su composición.

Los cuarzos deben ser expuestos directamente a la luz del Sol con frecuencia siempre que se pueda. La amatista y el cuarzo rosa se pueden poner al Sol pero poco tiempo pues pierden su color. Las turmalinas gustan de sitios oscuros y resguardados. Hay piedras de carácter lunar que se verán beneficiadas si son expuestas a la luz de la Luna en período creciente y en Luna llena. Estas piedras son el cuarzo blanco, la selenita, la amatista, la esmeralda y la piedra de Luna.

Hay que mantener el entorno de las piedras limpio, con velas, incienso y flores frescas siempre que sea posible.

Si una piedra o cristal se rompe o pierde totalmente su poder curativo debido a un exceso de trabajo, no deben despreciarse jamás.

Enterrándolas en nuestro jardín, o en nuestras macetas, no solo ayudaran a las plantas sino que, con el tiempo, pueden ir recuperando su fuerza.

Lo podemos hacer también tirándolas al mar; sobre todo donde haya acantilados. Se purificarán, se renovarán y el mar las pulirá. Quizás un día la encuentre un niño, y comenzará de nuevo su beneficiosa labor.